La balalaika (en ruso: балалa´йка) es un instrumento de cuerdas de origen ruso, y eneralmente se lo asocia a la familia del laúd. Su caja es de forma triangular, casi plana, con un pequeño orificio de resonancia en el ángulo superior de la tapa. Unido a la caja, se halla un mástil largo y estrecho, y posee tres cuerdas que pueden ser metálicas o de tripa animal. Las cuerdas se pulsan normalmente con los dedos, y en algunas ocasiones puede utilizarse un plectro de piel para tocar las cuerdas metálicas. Antiguamente, los trastes eran móviles, al igual que otros instrumentos como la tambura o el saz, y se hacían de tripa animal.
Pueden distinguirse seis tipos de tamaños (piccolo, prima, segunda, contralto, bajo y contrabajo, respectivamente de menor a mayor), y parece haberse originado alrededor del siglo XVIII a partir de la domra o dombra del Asia Central y Siberia, muy similar a la balalaika. Dos de las cuerdas de la balalaica se afinan al unísono y la tercera a una distancia de cuarta; por ejemplo, la balalaica más importante, la soprano o prima, se afina en mi4, mi4 y la4.
Históricamente en Rusia tocar la balalaica ha estado prohibido en varias ocasiones, debido, por un lado, a su uso por los skomorokhi (bufones), que resultaban altamente irritantes para la iglesia y el Estado, y, por otro, a que los instrumentos musicales no se permiten en la liturgia ortodoxa rusa.
Curiosamente, una creencia popular es que los tres lados y cuerdas de la balalaica representan la Santa Trinidad. Sin embargo, según el escritor e historiador Nikolai Gogol, en su novela inacabada “Almas muertas”, señala que una razón más probable de la forma triangular de la balalaika es que fue creada por campesinos a partir de una calabaza, que al cuartearse adopta la peculiar forma de dicho instrumento. Otra explicación, puede relacionarse con el hecho de que con anterioridad al Zar Pedro el Grande, los instrumentos no estaban permitidos en Rusia, y cuando finalmente Pedro los permitió, sólo los constructores de barcos sabían trabajar con madera. De ahí suele afirmarse que la forma de la balalaika se asemeja en parte a la proa de un barco, si se sostiene horizontalmente.
A finales del siglo XIX, un noble ruso, Vassily Vassilievich Andreyev, emprendió un proyecto para estandardizar la balalaika para su uso en la orquesta. Andreyev, y el fabricante de muebles Nalimov, desarrollaron los tamaños múltiples de la balalaika que hoy existen. Este noble adaptó muchas canciones y melodías populares rusas tradicionales para orquesta, y también compuso numerosas obras propias.
Aleksei Arkhipovsky tocando la balalaika
Dúo de guitarra y balalaika
Folklore ruso con balalaikas
Folklore ruso con balalaikas y domras
Pueden distinguirse seis tipos de tamaños (piccolo, prima, segunda, contralto, bajo y contrabajo, respectivamente de menor a mayor), y parece haberse originado alrededor del siglo XVIII a partir de la domra o dombra del Asia Central y Siberia, muy similar a la balalaika. Dos de las cuerdas de la balalaica se afinan al unísono y la tercera a una distancia de cuarta; por ejemplo, la balalaica más importante, la soprano o prima, se afina en mi4, mi4 y la4.
Históricamente en Rusia tocar la balalaica ha estado prohibido en varias ocasiones, debido, por un lado, a su uso por los skomorokhi (bufones), que resultaban altamente irritantes para la iglesia y el Estado, y, por otro, a que los instrumentos musicales no se permiten en la liturgia ortodoxa rusa.
Curiosamente, una creencia popular es que los tres lados y cuerdas de la balalaica representan la Santa Trinidad. Sin embargo, según el escritor e historiador Nikolai Gogol, en su novela inacabada “Almas muertas”, señala que una razón más probable de la forma triangular de la balalaika es que fue creada por campesinos a partir de una calabaza, que al cuartearse adopta la peculiar forma de dicho instrumento. Otra explicación, puede relacionarse con el hecho de que con anterioridad al Zar Pedro el Grande, los instrumentos no estaban permitidos en Rusia, y cuando finalmente Pedro los permitió, sólo los constructores de barcos sabían trabajar con madera. De ahí suele afirmarse que la forma de la balalaika se asemeja en parte a la proa de un barco, si se sostiene horizontalmente.
A finales del siglo XIX, un noble ruso, Vassily Vassilievich Andreyev, emprendió un proyecto para estandardizar la balalaika para su uso en la orquesta. Andreyev, y el fabricante de muebles Nalimov, desarrollaron los tamaños múltiples de la balalaika que hoy existen. Este noble adaptó muchas canciones y melodías populares rusas tradicionales para orquesta, y también compuso numerosas obras propias.
Aleksei Arkhipovsky tocando la balalaika
Dúo de guitarra y balalaika
Folklore ruso con balalaikas
Folklore ruso con balalaikas y domras
2 comentarios:
Hola, me encanta este blog. Gracias por dedicarle un espacio a la balalaika. Si te interesa puedes visitar el nuestro:
www.bandaviejomundo.com.ar o bien mi canal en Youtube
www.youtube.com/user/germansack589
Saludos.
Germán
Muchas gracias por el comentario!
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